¿Cuál es el estado de tu boca? ¿Podrías hacer una valoración a simple vista?

La primera recomendación parte desde esta cuestión inicial, ya que antes de nada se convierte en requisito indispensable acudir al dentista al menos una vez al año. Recuerda que no podemos conocer el verdadero estado de cada diente, ni de las encías ni cualquier otra zona a simple vista, para eso tenemos las clínicas dentales, con instrumental y personal cualificados.

¿Te cepillas los dientes a menudo?

Esta es la siguiente clave para mantener una boca sana, aunque dada su importancia no diremos que se trata de una recomendación, sino de una obligación. Hacerlo una sola vez no es suficiente, 3 veces al día sí; al levantarnos, después de la comida y por la noche. Más información sobre la frecuencia de cepillado

Ahora bien, mucho cuidado con la forma en la que nos cepillamos los dientes, no vale de cualquier manera, sino que han de aplicarse movimientos suaves, cortos y en forma elíptica, es decir, haciendo pequeños círculos en los que la inercia parta siempre de la encía al diente, nunca al revés.

El uso del hilo dental y la limpieza entre los dientes

Si no quieres que la placa bacteriana se apodere de tus dientes, utiliza el hilo dental antes de acostarte, ya que durante las horas de sueño es cuando menor salivación se produce y aumenta el riesgo. Tampoco olvides utilizar un colutorio sin alcohol en cada cepillado.

La higiene interdental es muy importante para evitar problemas de encías en el futuro. (puedes leer más sobre esto en este artículo)

Cuidar la alimentación, algo básico

Tu alimentación también es muy importante, ya que una dieta variada ayuda a que tu sistema inmune pueda repeler cualquier tipo de infección bucal (ver alimentos beneficiosos para la salud dental). Si vas a comer fuera de casa y no puedes cepillarte los dientes, puedes utilizar chicles sin azúcar o similares como remedio puntual.

La higiene bucal es muy importante, más de lo que piensas, llevar a cabo estos consejos básicos te ayudará a que tus dientes estén más sanos y fuertes que nunca. Si no estabas acostumbrada/o a hacerlo, poco a poco verás cómo se convierte en un hábito saludable que no cuesta nada.

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