La directiva del Consejo Europeo publicada en otoño del año pasado, relativa a los productos cosméticos, establece que los productos de blanqueamiento con una concentración máxima de 0.1% de peróxido de hidrógeno es segura, por lo que puede seguir permitiéndose su venta libre.

Por otro lado, el Colegio de Odontólogos de Sevilla insiste en que la eficacia de los blanqueadores es nula en concentraciones inferiores a 0.1% de peróxido de hidrógeno, la que contienen algunos productos dentales (geles, pastas, colutorios).

Por lo tanto, siempre que el producto blanqueador lleva una concentración superior a 0.1% de peróxido de hidrógeno, la legislación tanto española como europea está evolucionando en la dirección de exigir que sea necesariamente un dentista colegiado quien, tras una revisión completa y exploración, indique al paciente la conveniencia de realizarse un blanqueamiento y le dé las instrucciones necesarias para el tratamiento.

Este tipo de tratamiento implica que la boca se encuentre en un perfecto estado de salud, si no lo está, se tendrán que realizar otros tratamientos complementarios previos para tener la boca en un estado óptimo.